Este día de ASN fue un día casi de biblioteca. Las niñas del aula se embobaban con la barba de tres días (prolija) de Clooney y Lucio seguía alimentando el aire filosófico del aula con libros. Otro que anoté fue: Más Platón y menos Prozac:Filosofía y práctica son dos palabras que no suelen vincularse, pero lo cierto es que la filosofía siempre ha proporcionado herramientas para que la persona se enfrente a los problemas prácticos de la vida cotidiana. Aunque desde Sócrates el pensamientos filosófico era una forma de vida, no una disciplina académica ni un simple objeto de estudio, a partir del XIX se vio confinada a un ala esotérica en la torre de marfil del saber teórico. En lugar de ofrecer enfoques pseudomédicos orientados a las patologías o proponer superficiales principios propios dela New Age, este libro presenta una sabiduría refrendada por el tiempo y adaptada para ayudar a vivir con plenitud e integridad en un mundo que cada vez resulta más desafiante. El autor, el filósofo Lou Marinoff, confía en ayudar a los lectores a llevar una vida más equilibrada cuando sus problemas son sólo inquietudes y preocupaciones que las terapias y los antidepresivos no son capaces de eliminar.
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